ViaNica.com - Explore Nicaragua en línea

Historia de Odorico D Andrea

Uno de los sitios más visitados en Nicaragua por peregrinos religiosos, entre muchos espacios de fe existentes, es el conjunto formado por el templo, la cripta y el museo del fraile franciscano Odorico D’Andrea; un santuario que ha concentrado a decenas de miles de personas en un mismo día. Unos lo buscan con fe, otros llegan por los curiosos detalles del templo y otros buscan un encuentro místico en ese sitio que alberga el cuerpo incorrupto del “fraile de la paz”.

Odorico, la gente lo hace santo

El fraile y su comunidad.
De 1954 a 1990, por 36 intensos años, un hombre y su carisma provocó cambios extraordinarios en la zona de San Rafael del Norte, un pequeño poblado ubicado al norte de la montañosa ciudad de Jinotega.

Agua potable, escuelas, templos, hospital, carreteras, puentes; en otras palabras, casi en todo, tuvo que ver Odorico, el fraile italiano, enviado a la zona por la orden de los franciscanos. Es la persona más amada del pueblo, según fray Damián Muratori, rector del Centro de Retiro Tepeyac, quien acaba de lanzar un libro con múltiples detalles de la obra de quien fue su más dinámico subalterno en la provincia franciscana. Para fray Damian, Odorico sigue vivo y activo entre su comunidad y más allá.

Aunque en ese sitio fue la boda del histórico general Sandino con Blanca Arauz, aunque el sitio fue escenario de icónicos combates armados de la guerra de Sandino (años 20), la guerrilla anti-somocista (años 60 y 70) y la guerrilla anti sandinista (años 80); ningún otro factor atrae más a los turistas nacionales y extranjeros que el templo y la cripta de Odorico.

Ofrenda su vida por la paz

Misa campal en La Naranja.
Hay testigos de milagros ocurridos por intercesión del fraile cuando estaba vivo, y se registran milagros nuevos fruto de su intercesión, aún después de muerto. “Realmente sigue vivo y activo", dice fray Damián, quien se refiere a su amigo y colega como una persona que anda dinámico entre ellos.

Uno de los eventos más recordados es la misa de Mayo de 1988, en la comunidad La Naranja, que era parte del área de guerra para esos años. A Odorico le dolía la guerra, y al sonar la artillería decía: “Cuantos de mis campesinos estarán sufriendo o muriendo a esta hora”. Fue incesante en orar por el fin de la guerra de los 80, la más sangrienta de la historia de Nicaragua.

Odorico humilde.
Esa loma desde donde se lanzaban misiles y cañonazos, es ahora la sede del Templete Divina Misericordia, un campo abierto, con capilla, desde donde se celebran misas campales, cada vez que la gente llega para dar gracias a Dios por la vida de Odorico.

Cuando los políticos buscaban acuerdos de paz para Centroamérica y desarmar a los rebeldes en la Nicaragua de los 80, el fraile se anticipó. Coordinó con jefes de ambas fuerzas y concertó una misa campal común. Colocó frente a frente a los armados. Un bando a su derecha y el otro a la izquierda. Al llegar el momento de la paz, hubo un emotivo e inesperado abrazo entre enemigos.

Literalmente, desarmó los corazones cargados de ira en medio de las hostilidades, y todavía se recuerda su icónica frase en aquella homilía: “Todo lo destruye la guerra, todo lo salva la paz. La guerra es la muerte, pero la paz es el bienestar de todos”. Odorico no le quitó armas a nadie, pero advirtió que en Nicaragua vendría el tiempo en que las armas letales serían piezas de museo.

Construcción del templo.
En su juventud, el fraile aceptó venir a Nicaragua sin conocer detalles del país, ni sospechar que llegaría a un lugar como San Rafael del Norte. En los primeros años de misión, iniciada el 20 de febrero de 1954, aprendió a beber café, ante la ausencia del vino; a vivir la selva tropical, diferente de la europea; a vivir con comunidades de pobreza extrema. Un aprendizaje profundo que lo llevó a ser, sin pretenderlo, factor clave para el desarrollo local.

Era el fraile que combinaba obras ingenieras con su prédica humilde y profunda. Caló en mucha gente, transformando San Rafael del Norte, al margen de los gobiernos de turno. El presidente Somoza García una vez le donó quinientos córdobas, y el presidente René Shick le donó láminas de zinc. Pero Odorico movió corazones de ricos y pobres, de nacionales y extranjeros. Empujó la construcción del hospital (1964), del servicio de agua potable (1965), de puentes rurales, entre otras obras de desarrollo local. Apadrinó el estudio de muchos niños y también organizó cooperativas agrícolas.

El templo actual.
Odorico transformó en templos a las modestas ermitas de los pueblos de San Rafael del Norte y La Concordia, trajo hermosos campanarios y reveladoras pinturas. Además, edificó el Centro de Retiro Tepeyac, que ahora alberga sus restos mortales intactos.

Las fuentes de financiamiento son amplísimas, desde benefactores extranjeros de Europa o Estados Unidos, programas internacionales de apoyo al desarrollo, sin faltar los aportes mínimos que masivamente dan las comunidades rurales, con lo que se provocó ese sentido comunitario de que las obras les pertenecen a los pobladores.
Muchas veces empezó proyectos con nada en la bolsa, y cuando los colaboradores le cuestionaban por la carencia de recursos, solía responder: “La divina providencia provée”, en una expresión de fe que transformó la vida en las montañas.

Un carisma que conmueve

Cripta de Odorico.
El día que falleció en Matagalpa, por efecto de un infarto cardíaco, ocurrió algo extraño en una distante residencia de su familia, ubicada en Italia. Vieron una repentina silueta humana, sentada en el comedor, con el aspecto de Odorico. Pensaron que era momento de llamarlo y en ese preciso momento de la silueta aparecida, fue la hora de su deceso.

Treinta años después de su muerte, hay gente que todavía se emociona y algunos hasta lloran al mencionar su nombre o recordar las innumerables anécdotas. Es difícil encontrar quien tenga un mal criterio sobre Odorico, y abunda la gente que lo llama santo, aunque hasta ahora el Vaticano le ha asignado el estatus de “Siervo de Dios”.

Los testigos le atribuyen la protección de la vida de muchos, la sanidad de terribles enfermedades, ejercer la clarividencia, ser profeta (le decían adivino), experimentar la bilocación (estar actuando en dos sitios a la vez), y algunos le vieron orar en su habitación en estado de éxtasis, y experimentando la levitación (cuerpo elevado por encima de la superficie).

Peregrinación masiva.
Además, promovió la confianza absoluta en la providencia divina ante las limitaciones financieras. Promovió en la gente el nuevo hábito de alabar a Dios en cada saludo. Sus seguidores, en lugar de decir “Hola, que tal”, se dicen todavía: “Alabado sea Dios” y la contraparte responde: “Así sea”. Se puede hablar del San Rafael del Norte, de antes y de después de Odorico.

Antes de fallecer, estando en estado sumamente delicado, confesó a sus amigos cercanos: “Yo ofrecí mi vida al Señor por la paz de Nicaragua. Ya es una realidad y no habrá más guerra”. Días después se registró su muerte. Los testigos de esa frase creen que solo daba testimonio de un hecho real, porque en el año que falleció, se determinó el cambio político que puso fin a la guerra.

Antes de venir por primera vez a Nicaragua, Odorico visitó en Italia al místico fraile franciscano Pío de Pietrelcina, quien le dijo: “Odorico, hazte santo”. Medio siglo después, el proceso va caminando. Desde el año 2002, doce años después de su muerte, inició un juicio formal para que la iglesia lo reconozca institucionalmente como santo, tal como lo valora la gente humilde de San Rafael del Norte.

Imagen de la exhumación.
Como parte de ese formal proceso, su cuerpo fue exhumado en octubre de 2008. Permanece intacto, incorrupto, hay fotografías y videos que lo evidencian. Un médico que se declaraba ateo, presenció la exhumación como testigo técnico. Ante ese evento extraordinario, se arrodilló porque consideró que era testigo de algo sagrado. Ahora la cripta es un espacio de inmenso recogimiento.

La gente del campo, de la ciudad y del extranjero, lleva botellas llenas de agua que coloca al lado del sarcófago y se la llevan a casa con la convicción de que en presencia de Odorico, esa es agua bendita. Los milagros son innumerables y hay decenas de casos que están sirviendo de evidencias, en el proceso de canonización, que promueve desde Jinotega el obispo Monseñor Enrique Herrera, con apoyo del fraile franciscano de origen italiano, Damián Moratorio, quien es testigo personal de la naturaleza especial de Odorico.

Primera oferta de turismo religioso

Por su incidencia en el desarrollo comunitario, su amor por la naturaleza y el compromiso con la paz, Odorico fue elegido como la primera atracción de un amplio programa que desarrollará la peregrinación experiencial denominado “Huellas”.

Tepeyac.
La gira de Huellas a San Rafael del Norte incluye eucaristías, retiro espiritual, vinculación con las comunidades locales, senderismo por los espacios donde estuvo el fraile, y el conocimiento profundo de todo lo que pasó y sigue pasando, por la presencia de este personaje. Es como ir a un encuentro con las huellas vivientes del “fraile de la paz”.

El programa turístico será posteriormente vinculado a otros santuarios, además de a los grandes personajes de la iglesia en el país. Arrancó en marzo del 2020, con peregrinaciones de tres días, que producen experiencias místicas, diferentes a las tradicionales peregrinaciones de un solo día, desarrolladas hasta hoy en Nicaragua. En el mes de marzo se recuerda los 104 años del nacimiento y los 30 años de la muerte del fraile de la paz.

Monumento construido en 2020.
El programa es impulsado por el portal ViaNica.com, el hotel Casita San Payo y la misión franciscana de San Rafael del Norte. Se enfoca en peregrinaciones religiosas experienciales y de profunda contemplación, que llevan al turista tras las huellas de Odorico.

Múltiples anécdotas de Odorico con gente humilde y gente poderosa, se darán a conocer a quienes participen de estas peregrinaciones denominadas Huellas de Odorico D’Andrea. Hay varias ofertas y ya se programan los primeros eventos.

...............................................................................................................
Autor y fuentes
ESte tema especial sobre Fray Odorico D'Andrea fue elaborado por el periodista nicaragüense Róger Solórzano Gaitán, socio fundador de ViaNica.com, en marzo de 2020.

Fuentes de información:

  • Entrevista a fray Damián Muratori, director del Centro Tepeyac.

Las fotografías fueron facilitadas por fray Damián Moratorio y la oficina de la Orden Franciscana en San Rafael del Norte.