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Crisis social en Nicaragua

Redación ViaNica | Apr 25, 2018

Una de las barricadas de los estudiantes cerca de la UPOLI. | Fotógrafo: Róger Solórzano Canales

Protestas, represión, saqueos en puntos comerciales y marchas multitudinarias.

Una conmoción social se está viviendo en Nicaragua desde la semana del 16 de abril. Los hechos comenzaron a ser conocidos en diferentes partes del mundo. Esta semana, una tensa calma se vive en el país, que venía posicionándose en los últimos años como un destacado destino emergente para el turismo y la inversión, y uno de los países más seguros del continente. ¿Qué está pasando en Nicaragua? Protestas, represión, muertos, desaparecidos, destrucción de edificaciones y marchas multitudinarias han sido el escenario reciente en varias ciudades. Por acá un resumen para entender el panorama.

Ola de protestas y represión brutal viralizadas por el internet

El antecedente directo de la situación fue el anuncio, el lunes 16 de abril, de variaciones sin consenso aprobadas por la directiva del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS). Estas fueron oficializadas 24 horas después por la presidencia mediante decreto. Las mismas aumentaban el aporte de trabajadores y empresas hacia el seguro social, y reducían los montos de pensión para los jubilados. El descontento social comenzó a conocerse, sobre todo por los señalamientos periodísticos que en los últimos meses han venido dando a conocer manejos extraños de montos millonarios de la institución, para financiar proyectos habitacionales privados y comprar edificaciones. Pequeñas manifestaciones sociales comenzaron a verse en las calles desde el 18 de abril.

El detonante, sin embargo, fue la represión de grupos civiles afines al gobierno a esas primeras manifestaciones. Hechos que pronto se viralizaron en las redes sociales mediante transmisiones en vivo (streaming) por agredidos o testigos en las ciudades de Managua y León, y por la cobertura de algunos pocos medios de comunicación que no son propiedad de la familia Ortega Murillo y sus aliados. Se registraron personas lesionadas, así como agresiones y robo de equipo a los periodistas en cobertura. Los agresores eran simpatizantes oficialistas de la Juventud Sandinista con camisetas alusivas al gobierno, y bandas agresivas que se desplazan en motocicletas y mantienen sus rostros cubiertos por los cascos al agredir. Para la noche de ese primer día de represión, también los agentes antidisturbios de la Policía Nacional se suman, permitiendo las agresiones y acorralando a los protestantes.

19 de abril: las escenas virales de represión trajeron consigo más gente en las calles, sumando a las protestas a numerosos grupos de estudiantes universitarios y jóvenes de los barrios en diversas ciudades. Más protestas fueron respondidas con más represión. Y acontece la censura de la señal de cable de los pocos canales que daban cobertura; éstas fueron reestablecida unas horas después para todos, menos uno: 100% Noticias. A través del internet, sin embargo, la respuesta violenta de la policía y los grupos civiles de choque se distribuyeron rápidamente. Los univesitarios montan barricadas y se enfrentan a la policía con piedras, e igual pasa en otros sitios del país, como en el barrio indígena de Monimbó, en Masaya. Este día circulan los primeros videos de heridos por armas de fuego entre los protestantes, y se documentan los primeros muertos producto de la represión. Los reportes oficiales de la presidencia y la policía solo daban cuenta de policías heridos enfrentando “grupos delincuenciales minúsculos” y con fines políticos.

Al día siguiente, la solidaridad ciudadana llevó más personas a las calles para participar en las protestas, y para brindar agua y alimentos en puntos espontáneos de acopio para apoyar a los manifestantes. Se registraron abusos policiales en la periferia a las zonas en conflicto, con oficiales incautando dentro de vehículos y de propiedades privadas los víveres que la ciudadanía recogía para las protestas. Los estudiantes continúan repeliendo con piedras y morteros los ataques. Este día, es derribado por los estudiantes el primer “arbol de la vida” en Managua, una estructura metálica de 20 metros instalada en diferentes puntos de la ciudad y el país por la presidencia (al menos otros seis más serían derribados después). En la ciudad de Bluefields (Caribe), el periodista Ángel Gahona es ejecutado de un disparo en la cabeza mientras realizaba la cobertura de la represión a través de una transmisión en vivo en Facebook Live. Otros muertos se reportan en varias ciudades del país.

Las protestas se intensifican. El sábado 21 y domingo 22 de abril, los videos en vivo transmitidos por la población dan cuenta de hechos represivos en las concentraciones realizadas en diferentes ciudades. En León es destruida por incendio el edificio de Radio Darío, que daba cobertura a las protestas, así como edificaciones de entidades afines al gobierno. Pero dos hechos destacan en la viralidad de contenidos. Uno es la resistencia de los universitarios atrincherados en la Universidad Politécnica de Nicaragua (UPOLI), apoyados por pobladores de los barrios contiguos, quienes recibían ataques coordinados por policías y sujetos vestidos de civil. El otro es los hechos de saqueo a supermercados y casas comerciales en varios puntos de Managua, y la defensa de los mismos que hacían vecinos para evitar o repeler los robos. Se reportan más muertos y desaparecidos en ambos acontencimientos.

Ese domingo 22 de abril, y por primera vez desde el estallido de las protestas, aparece en discurso televisado el presidente Daniel Ortega. Anuncia la derogación del decreto presidencial para las reformas del INSS, y declara que de continuar los hechos violentos no dudarían en detenerlos usando los mecanismos que establece la constitución. Mientras, en las redes sociales, las denuncias de agresiones policiales y los grupos que les acompañan se multiplican.

La marcha, los presos y desaparecidos, y el diálogo por venir

Esta semana, el lunes 23 de abril, millares de personas aprovecharon la previamente anunciada marcha por el Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) para salir a las calles. La marcha original tenía una ruta definida que iniciaba y concluía en el mismo sitio. Sin embargo, se presentaron decenas de miles de personas que espontáneamente realizaron la marcha hacia el bastión universitario de la UPOLI, en claro rechazo a la represión y en apoyo a los universitarios y pobladores allí atrincherados. Esta vez no hubo represión. Durante la marcha son derribados otros dos “árboles de la vida” ubicados en la ruta. Marchas y plantones se realizan en otros muchos puntos del país. Las consignas honran a los asesinados, claman por los detenidos y desaparecidos, y piden el fin de la represión y justicia por la misma, y piden la renuncia de las autoridades gubernamentales. Reaparece el presidente Daniel Ortega anunciando un diálogo con el COSEP, e incorpora una invitación a la Jerarquía Católica como testigo.

La tensa calma se asentó en el país desde ayer, 24 de abril. Las manifestaciones continúan en las calles. En diversas ciudades acontecieron concentraciones para honrar a todas las personas que fueron víctima de la violencia durante las represiones. Esta semana, diversos monumentos en varias ciudades han sido pintados en azul y blanco para quitar los colores rojo y negro relacionados al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Éste es el grupo guerrillero que lideró la revolución en contra del dictador Anastacio Somoza (1979), y que luego fue evolucionando en lo que es hoy el partido de gobierno, acusado de reprimir y asesinar como la antigua dictadura somocista.

Hoy, miércoles 25 de abril, las redes volvieron a encenderse con videos y transmisiones en vivo de decenas de jóvenes que fueron detenidos durante las protestas, y que habían sido encarcelados en la Carcel Modelo de Tipitapa, del sistema penitenciario nacional. Los muchachos fueron abandonados a la orilla de una carretera en las afueras de Managua, con las cabezas rapadas y signos de tortura. Los relatos han estado rodando por las redes sociales. Aunque aún el número está en aumento, entidades como la Comisión Permanente de los Derechos Humanos señalan que hay hasta este día 33 personas muertas confirmadas; 9 personas muertas sin identificar en la morgue del Instituto de Medicina Legal (Managua); más de 200 detenidos, de los cuales han sido liberados unos 120; y hay aproximadamente 64 desaparecidos. La policía informó oficialmente de 2 oficiales muertos, y 121 lesionados. Estas cifras podrían aumentar en los próximos días.

Aún no hay fecha para el diálogo. La iglesia ha aceptado su participación y otros actores han sido nombrados como participantes. Veremos lo que acontence en los próximos días.