Turismo seriamente afectado en Nicaragua
Redación ViaNica | Jul 31, 2018
El país sigue siendo el mismo paraíso tropical, pero persiste la inseguridad.
El turismo en Nicaragua se ha visto críticamente afectado en los últimos tres meses. Se ha experimentado un dramático descenso de la visita de turistas extranjeros y de la movilización del turismo doméstico; se ha registrado el cierre de operaciones de decenas de establecimientos e iniciativas –grandes, medianas, pequeñas y micro-- de servicios turísticos por todo el país debido a la poca o nula demanda; e incluso, en algunas ciudades y comunidades, han sido incendiados, saqueados o asaltados hoteles, restaurantes y sitios de atractivos de turismo.
En el país persiste la crisis socio-política que inició a finales de abril y se vio agravada en los meses siguientes por los asesinatos, disolución violenta de manifestaciones, incendios orivocados, saqueos, bloqueos de carretera y otras situaciones que han levantado y aún levantan las alarma de peligro.
Sí es posible viajar al país y disfrutar de sus atractivos, pero con minuciosa precaución y la asistencia de personas o empresas locales.
Afectaciones a la industria
Más de mil empresas turísticas han cerrado operaciones en Nicaragua, lo que representa un tercio de la planta de servicios de hoteles, restaurantes, turoperadores, alquiler de vehículos y guías locales, que decidieron esperar por un momento adecuado para volver a empezar.
La llegada de extranjeros al aeropuerto internacional ha descendido cerca del 50%, y aunque no se precisan los datos migratorios de fronteras terrestres, es evidente que los sitios y atractivos con que Nicaragua atraía a los turistas lucen vacíos. Casi no hay visitantes.
Siempre hay montaña verde, las ciudades coloniales han sufrido poca destrucción, islas y volcanes siempre majestuosas. Lo que falta son condiciones para brindar un servicio seguro.
Recientemente, Nicaragua atraía más turistas por la seguridad pública, lo que daba valor adicional a la fuerza natural y cultural. La seguridad colapsó porque el gobierno privilegió el ataque militar a los opositores, por encima del diálogo.
A fines del mes de julio, se estima en casi 400 el número de muertos, van más de dos mil heridos con armas de guerra, y más de un millar de personas están detenidas o desaparecidas, como resultado de la presión incesante, que fue denunciada por la Organización de Estados Americanos como “grave violación a los derechos humanos”.
Ministerios de relaciones exteriores de naciones emisoras de turistas –hacia Nicaragua-- de América y Europa, maximizaron el nivel de advertencia a sus ciudadanos para evitar la visita a Nicaragua y en el peor de los casos (como España y Estados Unidos), orientan a sus ciudadanos abandonar el país.
Situaciones de violencia y confrontación
La represión la ejercen grupos de civiles armados, que actúan con la policía, al margen de la ley. Nicaragua vive un virtual estado de excepción no declarado, ejecutado por una fuerza militar que vincula la acción oficial con grupos de encapuchados extremistas.
A los opositores el gobierno los llama “golpistas”. Estos persisten con las protestas en la calle. Ya no hay obstáculos en las vías, puesto que los tranques de protestas y las barricadas de los barrios fueron atacadas y desmanteladas en operativos conjuntos de policías, sujetos vestidos de civil pero fuertemente armados, y maquinarias pesadas para aplanación de terrenos.
No se ha registrado ningún ataque a turistas. Pero es importante tener claro que la crisis persiste. El gobierno ha puesto a sus seguidores en actitud de autodefensa (autonomía para reaccionar militarmente) y nadie puede asegurar que algún sitio esté exento de un posible incidente de violencia. La sensibilidad es tal, que hasta los obispos han sido señalados como “golpistas” y algunos templos recibieron disparos o fueron profanados.
Viajar a Nicaragua siempre es posible. Si le interesa, le recomendamos buscar asistencia para vivir una buena experiencia y evitar riesgos a su integridad. Les mantendremos informados.