Proyecto "Salvemos a la tortuga" en Pochomil
Róger Solórzano Canales | Apr 12, 2012
Varias decenas de miles de tortuguillos de Paslama han logrado sobrevivir gracias a este esfuerzo multisectorial.
Los esfuerzos de un proyecto de protección de la tortuga Paslama en Playa Pochomil, ubicada en las costas de San Rafael del Sur (Managua), fueron dados a conocer hoy públicamente tras concluir su tercer año de labores. Se trata de “Salvemos a la tortuga”, una iniciativa que ha logrado ya la protección y nacimiento de 12,306 tortuguillos gracias a los esfuerzo del Hotel Vistamar y el Club de Jóvenes Ambientalistas, apoyados por varias entidades gubernamentales y privadas.
Nosotros también somos animales, y por nuestra capacidad de civilización estamos tratando de mantener a los animales de nuestro planeta... los animales nos importan. Esas fueron las palabras de Moacyr Bittencourt, Director Regional de la Sociedad Mundial para la Protección Animal (WSPA, siglas en inglés), organización que apoya el proyecto “Salvemos a la tortuga” y que lo califica como referencia internacional e inspiración para las nuevas generaciones.
El proyecto nació hace tres años como iniciativa del Hotel Vistamar (ubicado en Pochomil) y el soporte técnico y científico del Club de Jóvenes Ambientalistas, bajo la dirección del ingeniero Milton Camacho. Consiste en la compra de huevos a los extractores de nidos, quienes normalmente los comercializan como alimento en la zona y otras partes del país. Los huevos rescatados son trasladados a un vivero cercano, donde se siembran y se les monitorea hasta su eclosión, aprovechando el momento como un espectáculo natural con los turistas nacionales y extranjeros presentes.
Durante el último año de esfuerzo, realizado entre Noviembre 2011 y el corriente mes (Abril 2012), el proyecto logró el nacimiento de 4,575 tortuguillos, de los que 3,706 lograron sobrevivir y llegar al mar. La tortuga Paslama (Lepidochelys Olivacea) es una de las 5 especies de tortugas marinas que desovan en las costas de Nicaragua. Esta especie desova cada año a lo largo de toda la franja del Pacífico durante todo el año, y su período principal de anidación (de Julio a Diciembre) resulta un verdadero espectáculo en los refugios de Vida Silvestre Playa La Flor (Rivas) y Playa Chacocente (Carazo), pues llegan a desovar en las llamadas “arribadas”: varias decenas de miles de hembras arriban en grupos durante varios días consecutivos.
Para este año, el proyecto contó con el financiamiento de la WSPA y el involucramiento de entidades como la Feria Nacional de la Tierra, la Alcaldía Municipal, la Policía Nacional, el Instituto Nicaragüense de Turismo (INTUR), entre otros. Según Cristhian Álvarez, presidente del Club de Jóvenes Ambientalistas, esperan reproducir la experiencia próximamente en otras playas del país.